sábado, 27 de agosto de 2011

Shine

Borracho de un recuerdoq ue intento vomitar, expulsar de msi entrañas, arrancarme la piel el olor que inunda cada celula, cada parte de mi, llorar de rabia e impotencia, por no poder mirarte a lso ojos y decirte loq ue necesito, pienso y quiero; no poder encontrar las palabras adecuadas para hacerte ver que es lo que de verdad pienso de todo esto, aqui estan otra vez, estas llamaradas frias que suben por mi cuerpo desde la planta de mis pies y me hacen arder como las lagrimas en invierno, como el sol del verano, todos aquellos recuerdos no seran mas humo y cenizas en el cenicero de algun bar de carretera, manos nerviosas en busca d eunos billetes arrugados para tasar el precio de unos labios, encontrar alivio a esta voragine de sensaciones en unos muslos de alquiler, seguir la linea pintada en un espejo y una y otra vez volver al recuerdo instantaneo de esos ojos inocentes despreciandote por lo que eres y por quien eres, no mas lamentos que escuchar, Guitarras viejas despuntan una melodia ya olvidada, voces que se juntan en un coro argenteo giran velozmente en una orgia de sentimientos que no soy capaz de controlar, las puntas de mis dedos arden aun en el recuerdo de tu cuello y mi boca descontrolada busca el elixir del sueño en un vaso de tubo, nada gira en el orden correcto, todo vuelve a explotar en una gran nube de mentiras y el fuego frio de la soledad se convierte en el colofon final de este castillo de artificio que fue un querer, tan viejo y desvencijado como el uniforme de un soldado retirado ahora son mis pupilas las que brillan al amparo de una luna de postin que se vende por cuatro reales y con un guiño se va de la mano de un saxofonista llamado dolor.
Duele imaginar aquel cielo azul, duele pensar en su brillo cegador, las notas el saxofon suenan burlonas y cuando despierto no soy mas que un desecho cerca del desague esperando un empujon que me libere.

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